Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

martes, 19 de mayo de 2015

Reloj de la Casa Rosada - Relojes Monumentales de Buenos Aires, duodécima entrega

Cuando no..... que lo que le voy a contar es de película. El edificio mas fotografiado de la Argentina, y uno de los más fotografiados del mundo.... en realidad son dos edificios diferentes unidos por un pórtico central. Les explico antes que me sigan mirando raro....
En 1873 el presidente Sarmiento manda construir un Palacio de Correos ( estilo neorenacentista italiano ) en el lugar donde se levantaba parte del Fuerte de Buenos Aires. Pocos años mas tarde el presidente J. A. Roca ordenó la construcción de una Casa de Gobierno en la esquina del Palacio de Correos. El mandatario gustaba del estilo de ese edificio postal, por lo que su deseo derivó en la edificación de un Palacio de similares características.
Y no es hasta 1886 que se unen ambos edificios mediante un pórtico central y la adecuación de todo el conjunto en un solo edificio. Esa tarea estuvo a cargo del arquitecto italiano Francesco Tamburrini, quién había proyectado la incorporación de un reloj que finalmente se colocó 123 años después cuando la empresa Gnomon ( de la provincia de Córdoba ) donó una máquina para ser colocada en el vano que corona el arco central. Tal y como lo había proyectado Tamburrini.




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