Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

jueves, 9 de marzo de 2017

PATRIMONIO XXI, Dibujo, Escultura y Pintura ( 2000-2016 ) - Palais de Glace

Para aquel que no lo identifica: el Palais de Glace es ese hermoso edificio que asoma frente a Plaza Francia y que se alza tímidamente por entre los otros muy tentadores atractivos recoletos: la Plaza en sí, el Cementerio, el CCR. El Palais compite con fuerza desigual con esos enérgicos y temperamentales atractivos; el Palais contra ellos es solo una construcción singular de gran belleza y enigmático interior.
Pero una vez que nos asomamos a sus entrañas encontramos un espacio magnífico, silencioso, bellísimo en su soledad y en su quietud. Espacio un tanto descuidado ( la cúpula maravillosa que no se termina nunca de restaurar ) y un primer piso deslucido y desaprovechado.
Cada vez que voy al Palais me encuentro con el mismo y calcado panorama: un espacio semi desierto en el que unos muy pocos transitan. Y esos pocos locos por lo general estamos rodeados de una inusitada y exagerada guardia de seguridad.
La impresionante planta baja del Palais amalgama su majestuosidad con las obras expuestas y con ese cosmos lúdico y esplendente de ser protagonista excluyente de sí mismo. En la muestra, imperdible y altamente recomendable, se exhibe parte de su patrimonio que se nutre desde hace mas de un siglo con las obras que se adquieren a través del concurso del Salón Nacional de Artes Visuales.

Como bien indica el título de este artículo la muestra tiene un recorte histórico definido: 2000 a 2016. Las obras en exhibición son estupendas en su heterogeneidad y demuestran la multiplicidad de bifucaciones que puede tener el Arte.

https://www.palaisdeglace.gob.ar/













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