Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

martes, 12 de mayo de 2020

Tianguis de Villa de Etla, Oaxaca

A unos kilómetros de Oaxaca y entre montañas y ríos y paisajes maravillosos se encuentra la pintoresca Villa de Etla en la que cada miércoles y desde hace cientos de años se realiza un mercado, o mejor llamarlo Tianguis. Villa de Etla es muy conocida por el antiguo monasterio e iglesia de San Pedro y Pablo, edificio que además tiene un maravilloso reloj.
Villa de Etla tiene muchos habitantes extranjeros que han decidido tener allí sus casas de vivienda permanente. La cercanía a las propuestas culturales de Oaxaca y su Aeropuerto Internacional mas su paradisíaco entorno la convirtieron en estos últimos años en un lugar muy requerido desde el punto de vista inmobiliario.

En cuanto al tianguis en sí: se puede comprar desde ropa hecha a mano, atrezzo de labranza, frutas y verduras de las quintas del lugar, carne recién faenada, animales domésticos comestibles, herramientas, juguetes, etc. Y por supuesto: los mejores puestos de jugos, refrescos, tortas, burritos y todo aquello que nos entre en la panza. Comida allí no falta.










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