No lo voy a negar: los relojes de diseño me pueden.
La primera vez que vi un Binlun me encantó. Y también me di cuenta, en ese mismo momento, que no gastaría un solo centavo en él. Pero... llegó en forma de regalo y acá está este señor amarronado. Todavía estoy tratando de ver cómo se mira la hora JAJAJAAAAAAA !!!!
Si por un lado dije que me pueden los diseños... también me pueden los corazones relojeros: late en este Binlun un potente Miyota automático 8215.
Lo voy a usar para cancherear JAJAJAAAAAAAAAAA !!!! Un reloj infrecuente en la muñeca de la inefable seren, la relojera tristansuearense.
Y un poema
Miro a través de una ventana
una ventana ajena, una ventana cerrada.
Cerrada a la indiferencia, el no compromiso
los insurgentes, las copiosas mediaciones.
Mi ventana, la que no es tuya
ni mía, ni de todos... está cerrada
cerrada y sin actividad
sin calumnias y sin lejanía
Miro y veo
no escucho, no juzgo, no temo
no estrujo lo siniestro de las proezas cotidianas
no estorbo ni pienso: actúo.
Está cerrada la ventana
al mundo, al cielo, al alma.
está cerrada sin rencores, sin escozor o ironías.
Cerrada y encriptada.
En completa soledad.
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