Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

Don Alfredo

Recostado contra la mesa
sus manos expertas buscando signos
de un malestar esquivo, una nota mal sonada,
o la escala trabajada en clavijas atoradas
siempre hurgando en las entrañas
de acordeones mutuos o ajenos,
para rancheras gringas o valses güeros
tan lejanos como la tierra amada.

Trabajando y trabajando
pensando en la música y sus acordes, sus melodías y bemoles
don Alfredo sigue y sigue con sus herramientas
mentando y calando, arreglando y ajustando
cada nota, cada pulsador, cada soplo de aire medido y querido.
Sus manos expertas medican con pericia, escuchan con astucia
diagnostican con saberes acumulados en medio siglo
de vivir con la música, de vivir para la música
y por lo que se aprende en tantos años,
de tanto tocar, tanto escuchar, tanto aguantar

Don Alfredo es música norteña
aquella del chicano y el que cruza
la del recién llegado y el que ya no habla español pero se acuerda de sus raíces
de su historia y de su sangre picante como el chile
alma de pueblo valeroso
sangre de sudor, tezón de coraje, temple inquebrantable
vísceras sufridas por tanto sacrificio y tanto esfuerzo
y aquella gloria escapada en noches de festejos y algarabías.

Y mientras miro su pequeño taller de reparación de acordeones
me viene a la mente un corazón latiendo
un acordeón desbancado y ofrecido a la vista
sin sonidos pero con la belleza intacta
porque sigue sonando, sigue soplando
entra y sale el aire por sus fuelles
entra y sale la magia de don Alfredo que lo devolverá ya listo
para deleitar el universo.

Don Alfredo Valderrama tiene 50 años de maestro luthier reparador de acordeones. Además es profesor de música.
Ha sido músico profesional. Con su conjunto " Herencia Norteña " ha grabado 6 discos en 35 años de carrera.
Es una de las últimas leyendas del acordeón de New Mexico.














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