Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

Fero Feldman calibre EB 1333 ( 1955 )

Este simpático y refulgente relojito no es muy de mi agrado, pero lo quiero. Lo uso poco - como la gran mayoría de mis relojes -. Tiene un calibre que ha soportado mucho trajín y que entró muchas veces en reparaciones. Porque la verdad: por mas noble que sea un reloj llega un momento que tiene que entrar a boxes....




Seguimos con poemario incandescente..... 

Duerme al mujer morena
mientras escucha los tibios sonidos de la noche.

No está segura de sumergir sus sentidos
en lo más profundo de su cómica fantasía
liberando sus iracundos y vírgenes temores 
dejándolos volar cuan pájaros de horizonte.

Yo comprendo el recelo y angustias que recorren su cuerpo
cuando el sueño se hunde en su seno.

Siento que sus párpados de miel no quieren decirme
lo poco sensible que a veces se siente
porque las estrellas no velan su sarcástico albedrío
sino que la espantan con obscenos pétalos que han fallecido.

Me considero culpable por las desdichas que sufre
durante su esporádico letargo lento y feroz.
Quizás cuando despierte descubra que todo ha sido un olvido, un murmullo o un recuerdo;
o tal vez nada, en la soledad de mi ausencia.

La pasión es un presente de los Dioses
que ha hecho de mi corazón un tímido voluntario creador de precipicios

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