Qué destino curioso tuvo esta otrora pista de hielo devenida museo. Porque pasó del patinaje de la alta alcurnia porteña y salón de baile de matones y cafishios para terminar como padrino, precursor y depositario de los primeros premios del Salón Nacional de las Artes.
El Palais de Glace ( diseño del arquitecto José R. Rey y Besadre ) se inauguró en 1910 y en sus comienzos era cita obligada para los patinadores adinerados que disfrutaban de la aristocrática afición con la luz natural de la magnífica cúpula - hoy en reparación -.
El Salón Nacional de las Artes tiene su sede allí y engloba 1020 obras adquiridas y en patrimonio en sus mas de 100 ediciones y entre las que se encuentran pinturas, grabados, esculturas, instalaciones, fotografía, cerámicas y otros soportes.
Imperdible por dos razones: para admirar lo mejor de la producción artística Argentina y por belleza del edificio.
Calificación: 4 SSSS ( Muy bueno: 4 serenestrellas )
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