Para los entendidos es un paraíso, para los que solo tuvimos una precaria aproximación a este maravilloso instrumento, también.
Visitar el Museo Anconetani del Acordeón provoca muchas emociones indescriptibles, se tarda tiempo en bajar toda la información y toda la belleza que se exhibe en la casona de la calle Guevara 492 en el barrio de Chacarita. Los estantes con acordeones, sus variaciones ( el de mesa y el eléctrico, el de piano o botones; cromáticos o diatónicos ); los recuerdos que siguen firmes y vivos en la memoria, la inagotable fuente de fanáticos y amantes de este instrumento italiano que inundó el mundo con melodías legendarias e instrumentistas capaces de arrancarle ritmos que atraviesan culturas, estilos y sonidos.
Los primigenios Anconetani vuelven una y otra vez al presente de la mano de la guía del Museo y nieta del iniciador de la dinastía ( la muy solícita Koki ). En su compañía todo el Museo cobra vida, se desdobla y adquiere resignificación. Cada elemento, cada objeto y cada imagen tiene una historia detrás, una historia que son miles y es una, la de los Anconetani.
Porque si miramos hacia adelante el Museo cobra dinamismo por sus clínicas y clases, sus ilustres y prestigiosos visitantes, las donaciones continuas - basta ver los instrumentos de Pipo Pescador o Raúl Barboza -. En el presente ofrece información, datos fidedignos, anécdotas, curiosidades ( los acordeones " tangueros", un retrato de la primer acordeonista argentina, las herramientas y máquinas inventadas por los propios Anconetani para suplir faltantes durante la 2° Guerra Mundial ) y en el futuro los que amamos la cultura Argentina en sus infinitas y pródigas expresiones volveremos a visitar el Museo, que es inabarcable.
Por favor vayan, altamente recomendable.
http://www.anconetani.net/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario