La palabra "leyenda" suele ser usada con una alta frecuencia de espectros sin que éstos tenga a veces sentido figurativos y especiales. En vez de " leyenda" yo calificaría el bodegón de Claudio como " imprescindible".
La Leyenda funciona como parrillita en el paquetísimo Botánico desde hace 35. Atiende Claudio que es parrillero, mozo, contador de historias, hacedor de cosas ricas y decorador free style. La conjunción la verán ustedes en las fotos: mucho de rústico, de bohemio, de esfuerzo que con simpleza y autentico espíritu de auténtico porteño rebelde Claudio esparce simpatía y humildad.
Todo exquisito, vale la pena. Pero si no desean comer... pues se leen un libro, se toman algo o sacan fotos o disfrutan de la lozanía argentina en estado puro.
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