La edad de oro de Argentina no termina jamás. Gracias a los dioses los curiosos y apóstoles de los safaris culturales tenemos lugares de sobra en Buenos Aires para disfrutar, contemplar, emocionarnos y apaciguar las almas inquietas.
El Museo Nacional de Arte Decorativo está emplazado en lo que fuera la casa particular de Josefina de Alvear y Matías Errazuriz, ambas almas muy comprometidas con el arte en sus variadas manifestaciones. En 1937 el Estado Nacional compró la mansión con todo adentro para que allí funcione el MNAD, espacio espectacular en el que los espíritus se inundan de emoción y belleza. Es una de las visitas imperdibles de Buenos Aires, sobre todo si son amantes de relojes de Mesa:
http://www.mnad.org/
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