La erosión algunas veces puede ser magnífica. Y si viene de la mano de una enorme cuota de belleza y grandiosidad tenemos delante una maravilla que difícilmente se nos escape alguna vez de las capas geológicas de nuestros recuerdos. El Gran Cañón del Río Colorado sorprende al mas experimentado, al mas relativista, al mas egocéntrico. Hace que las lágrimas broten, que las risas fluyan y que la carne se ponga de gallina.
Tuve la suerte, además, de caminar por esa increíble plataforma que es el Skywalk, vidrio y asombro.... un océano de sensaciones y de brotes de bendecida espontaneidad. Imposible quedarse quieto, todo es gozar y placer.
El Estado de Arizona es muy conocido por el desierto del Mohave, pero debería serlo más por este monumental espectáculo de formidable hermosura.
http://www.grandcanyonwest.com/
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