La historia es así: viborear por Buenos Aires con la cámara de fotos es un placer de Dioses. Un placer reservado a los ojos avizores y vibarachos que aprenden a agudizar el olfato de la cornea - vaya metáfora - y se lanzan a desnudar esta ciudad infinita...
El tema no tiene que ver con La Biela - el tradicional café de Avenida Quintana frente a Plaza Francia - sino con tres símbolos raros de enlazar: el JLC que va clavado - uno de los pocos relojes públicos de Buenos Aires que tiene la hora exacta - el Atlas "oriental" y el Gomero que no se cansa de recibir flashes, suspiros, caricias y jubilosos halagos.
Del reloj nada sé y san google nada aclara; la escultura del Atlas es donación del artista uruguayo Joaquín Arbiza Brianza y el gomero monumental suma experiencia en eso de lidiar con el tiempo, los turistas, los curiosos y las almas inquietas.
https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/atractivo/plaza-francia
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