Mario Grinbaum era un total desconocido para mí. Me dá vergüenza admitirlo. Tenía referencias del Mono Grinbaum - su hijo - pero no de él.
Mario ha sido un desconocido hasta que me choqué con sus apabullantes dibujos chorreando lineas, curvas, formas, contornos, bocetos, ideas, sueños; delirios y tempestades poéticas con sombras, volumen, sedimento de experiencias, ritmos y ensayos. Que si total la vida es un poco eso: pura arquitectura, pura perspectiva cruzada y enmarañada en el que los dibujos se guisan y cocinan al compás de lo mentado, lo asumido, lo vivido y lo imaginado.
Me encontré tarde con Mario Grinbaum. Tarde pero a tiempo de conocer este talento incomparable, sin corsets estereotipados y libre de dibujar lo que le placía, con la garra de un esteta amorfo y amoral en el mas amoroso sentido de la falta de ataduras.
Mario falleció en 2007. Y el proyecto La Linea Piensa - creado por Luis Felipe Noé y la dirección de Eduardo Stupía - en su edición n° 92 le rinde culto, homenaje y rescate.
Sé que si visitan la muestra se emocionarán, quizás mucho mas que yo.
Se los recomiendo con todo fervor. Tienen tiempo hasta marzo.
http://www.ccborges.org.ar/la-linea-piensa/muestra-92.htm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario