El gran maestro Rodolfo Morales ha estado siempre empequeñecido y a la sombra de los otros dos grandes monstruos de la pintura y el Arte mexicano de la última parte del siglo XX: Rufino Tamayo y Francisco Toledo.
Es mas, don Rodolfo recién saltó a la fama, prestigio y reconocimiento de la mano de Rufino Tamayo quién en 1975 visitó su primer exhibición personal en Cuernavaca. Tamayo lo incentivó y lo ayudó a ser reconocido y poder lograr independencia económica y así dedicar todo su tiempo a la pintura y restauración de edificios ( su otra pasión ). Nunca es tarde ¿ vieron ? Morales se hizo famoso y recién pudo vivir de su arte luego de los 50.
En 1954, cuando tenía 29, y siendo maestro de escuela, don Rodolfo pintó la sección principal de un mural monumental en el acceso del Palacio Municipal de Ocotlán de Morelos, su ciudad natal y en la que desarrollaría gran parte de su obra pictórica. El resto del mural lo completaría en 1980.
La visita a Ocotlán es obligatoria mis amigos, si es que andan por allí.
No solo para visitar la Fundación Rodolfo Morales sino también el mercado y el Convento de Santo Domingo, restaurado por el maestro y donde se exhibe parte de su extensa y maravillosa obra.
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