En ocasión de la visita a una amiga ( enamorada de su novio, de la lujuria del saber y las pastas.... ) me topé con dos relojes que mantienen a los caballitences siempre a horario y afinados. El barrio sufrió una gran transformación en las últimas décadas. Se puso medio de moda y se nota en la gente, los negocios, el aire bohemio que se pierde dando paso a las inversiones inmobiliarias y las tendencias.
El reloj de la Parroquia de Santa María siempre atento y alerta: por lo menos da la hora exacta dos veces al día avisándonos a qué hora debemos acercarnos a Dios. Está ubicado a la entrada del templo, una muy bonita construcción de ladrillos de la que no tengo datos. Veré si encuentro algo mas....
Y el otro reloj que está ubicado a pocos metros es uno de doble cara bastante parecido a los relojes solares de Buenos Aires salvo que éste es eléctrico - o eso imagino -.
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