Los '50 y '60 han sido décadas convulsionadas a nivel mundial: movimientos pacifistas y antibélicos, el mayo francés, feminismo combatiente, los derechos civiles, un profundo quiebre y deconstrucción de las normas sociales y culturales; el ascenso de la rebeldía e insatisfacción como parte del nuevo lenguaje de masas.
En la literatura norteamericana, precisamente, nació el movimiento Beat y es donde ha dejado su zanja de delimitación aclamatoria: apellidos como los de Ginsberg, Burroughs o Kerouac son parte del patrimonio cultural de la humanidad.
Por aquellos años convulsos de una Buenos Aires curiosa y generosa con las tendencias y en el que el Instituto Di Tella oficiaba de faro alegórico un grupo de intelectuales, artistas, escritores y performers se animaron a repensar sobre la libertad, disconformidad, la ausencia de normas y las ganas de cambiar la manera de expresarse. Ese grupo de jóvenes soñadores, inconformistas y transgresores tenían un núcleo donde fluían las energías e ideas: el Bar Moderno y esas pocas cuadras del microcentro que los ha extrañado por 50 años y los adora en el mito. Sus apellidos ( Rodríguez, Mariani, Sánchez, Siccardi, Micharvegas, Mulet, Laufer, Fox, Grinberg entre otros ) ya son antología; y sus acciones, improntas insoslayables de la cultura nacional.
http://museo.bn.gov.ar/evento/dejalo-beat-insurgencia-poetica-de-los-anos-60
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