Intenté soñar la biblioteca privada del esquivo aunque generoso coleccionista conocido como J.D.
Intenté tocar con mi imaginación bizarra esa panzada de tapas y libros soberbios, ingeniosos y originales que de adentro hacia afuera ( o viceversa ) emanan e irradian talento, imaginación y talento mayúsculo.
Intenté otear, bucear, lagartijear en mi sueño por entre solapas y hojas; entre índices y prólogos fantásticos. Tanto o mas fantásticos que todo aquello que rodea y encarna esa exquisita colección.
J.D. tuvo en algún momento una inquietud: dotar de tapas nobles y bellas a alguno de sus libros de biblioteca argentina. Supongo que meditó mucho la decisión sobre a quién entregar sus tesoros, verdaderos tesoros monumentales con autores de elogio y palabras consagradas.
Y la responsabilidad cayó sobre las manos y la experiencia inimitable del reconocido encuadernador Andrés Casares.
Casares dotó a esos libros de J. D. - en la muestra se pueden admirar 130 de sus trabajos para el mismo coleccionista anónimo - de cubiertas de cuero trabajado en diferentes tonos, muchos con bricolage agregando otros materiales y todos personalizados con letras de oro.
Lo increíble, aunque cueste creerlo, es que en la actividades propuestas por el Museo del Libro y de la Lengua no figure esta exposición.
http://museo.bn.gov.ar/
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