Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Las Meninas - Exposición de Erin Currier en Blue Rain Gallery

Qué difícil es escribir sobre Erin Currier.
Puedo decir, ruborizándome, que es la artista mas trascendente que ha dado Santa Fe en lo que va del siglo XXI. Ella no ha nacido aquí, pero es de aquí y aquí tiene su estudio, su base de operaciones, su hogar y su espíritu.
Puedo decir, quizás, que ella es un marco constitutivo de sus propias ideas, sus viajes, la gente que conoce, sus amigos del mundo, la "basura creativa"que luego dan base y sustento epistemológico a sus cuadros de mixed media. Erin es una imprescindible en el universo artístico de Santa Fe, de New Mexico, del mundo.
Sigo ruborizándome: quizás Erin lea lo que escribo y sonría y sus ojos se iluminen ( como cada vez que alguien pronuncia su nombre y se da vuelta y su expresión de sorpresa interminable asoma en sus facciones... ). Quizás yo no tenga la capacidad de un crítico sobre Arte para decir con palabras mas galantes: Erin Courier es una heroína planetaria que recorre su propio mundo en busca de ella misma, de sus misterios y de su filosofía política enunciada pictóricamente en la problemática de la mujer, los derechos de los pueblos nativos contra las corporaciones, el quiebre de las relaciones laborales, sociales y culturales del último siglo y la influencia que en ella pensadores de la talla de Paulo Freire, Edward Said o Eduardo Galeano han dejado impronta.


Ya lo dije: escribir sobre Erin es difícil.
Quizás porque ella también escribe de forma musical, hasta diría, para utilizar una metáfora pentagramática, sus descripciones son sinfónicas. Leyendo atentamente sus palabras, mirando los retratos en los que se ha inspirado en la nueva exposición, las citas magníficas de pensadores y filósofos indiscutibles de la cultura universal que ha utilizado para embellecer su catálogo, y el magma de su corpus de ideas le otorgan una competencia de oratoria escrita y profundidad enciclopédica que muchos artistas no tienen. En las palabras, como en el Arte, Erin se haya en su hábitat natural, que es la expresión subjetiva y enunciativa de sus narrativa humanista y emancipatoria.



Su status de artista política y socialmente comprometida con la problemática nativoamericana, la redefinición de la identidad y el deber ser, el quiebre del lazo identitario y clasista en la estructura de trabajo, la visivilización de la inutilidad de las fronteras que separan pueblos hermanos y el carisma de mujeres sobresalientes de diferentes ámbitos dan vida a Las Meninas, su nueva exposición en Blue Rain Gallery.

La propuesta de Erin Currier es magnífica: a tomado a Las Meninas ( con guiño hacia las de Velázquez ) como un epitome de esa musicalidad de la que escribí unos párrafos mas arriba ( muy bien sintetizada por ella misma al hablar del "honkadori" en su propuesta artística ). La sucesión de retratos, los que le han dado inspiración y los suyos propios, permiten al espectador que el corrimiento en la linea sintagmática y alegórica sea fluida, bella y original. Plasmadas están las heroínas de Erin, y desde ahora nuestras heroínas, sobre los papeles recogidos en mas de 50 países, esos papeles que muchos llaman basura pero que en realidad son lo que uno mismo asigna que sean: Arte, simulación, estado embrionario, basura, descarte.




Ir a la muestra ( ya he ido varias veces ) me dá felicidad. Porque la felicidad son aquellos soplos de gloria provocados por la belleza, la alquimia perfecta de sentirse parte de una cosmovisión que uno siente como propia.
Quizás muchos de nosotros jamás pisemos una calle en Laos, o nos tomemos una soda en Nicaragua, o nos internemos en las selva de Brasil. Pero es a través de el Arte de Erin Currier que podemos soñar, experimentar y viajar y adentrarnos en las historias y sentires de las personas que vemos en los retratos. Felicidad, para mí, por ejemplo, es sentir en sus cuadros las cosas que siente, que ve, por las que lucha y por las que cree.




Deseo dar las gracias a Blue Rain Gallery por la generosidad al darme autorización de hacer fotos.
Además, deseo felicitar a Blue Rain por sus magníficas propuestas y porque están de cumpleaños brindando a Santa Fe y el mundo lo mejor del de Arte Contemporáneo: ¡¡¡ Felices 25 !!!
  
Dejo enlaces para mas información:

https://blueraingallery.com/artists/erin-currier

http://www.erincurrierfineart.com/

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