ambos son inmortales
ambos son hermosos
ambos son seductores
El Teatro de Marcello muestra hoy solo una fase de sí mismo
un costado concreto, bellísimo
reconvertido en casa de apartamentos
pero aún fabuloso, recitando Arte
El Coliseo, por su parte
es de una grandiosidad sin límites
estando en ruinas igual impacta
por su historia teñida de glorias y miserias
Teatro y Coliseo
insoslayables, obligatorios, puros
hay que visitarlos y vivirlos y sentirlos
al menos, una vez en la vida
porque destilan historia pasada y futura
porque la reciente es dueña de sus silencios y misterios.
Poco es Roma sin estos dos colosos
poco es Roma sin la trayectoria de sus legendarios escenarios
en las que desfilaron conciertos, tragedias, cazadores, lucha naval o comedias
Roma y sus bellos hijos: Teatro de Marcello y Coliseo de Flavio
A vuestra salud, hermosos míos.
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