Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

Ben Lopez - Los Lunas - New Mexico - USA: crucifijos de alambre y madera

El alambre y la madera forman parte del paisaje de tonos apagados de New Mexico: el alambrado significa división de tierras, separación de propiedades, cortar, fragmentar, marcar posesión. El acero y los cobres suelen sufrir la intemperie, no aguantan bien el paso del tiempo. La madera suele agrietarse y resquebrajarse... y cuando cambian el poste o tabla lo dejan allí inútil y fuera de su trabajo abandonado junto al alambre que sostenía. Ya no sirven, ya no se los respeta, ya no mas representar la ley.
Ben Lopez toma de esos restos tirados por todo el Estado lo que necesita para crear unos bellísimos crucifijos. Todos ellos con materiales que antes eran lo visible de una ley y una marca inviolable y hoy simbolizan la fe, el amor y esperanza en Dios. El alambre amarrado por el cobre toma forma, se dobla y flexiona, se amarra a la cruz que detrás también fue púa o madera y estaca.
La inspiración y dedicación de Lopez es la fuerza de la Fe, la esperanza y la entereza para superar las pruebas que día a día la vida depara. Lopez y sus manos modelan cada crucifijo de manera completamente artesanal y original y le dan a ese alambre raído y esa madera sufrida una nueva oportunidad de lucir como arte mediando con el compromiso religioso.












        

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