Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

Ballerina de Jeff Koons

Jeff Koons es un artista que no pasa inadvertido: amado, odiado, criticado, admirado, defenestrado. Es sin dudas uno de los artistas mas influyentes del mundo, uno de los mas cotizados y uno de los mas requeridos para exposiciones e instalaciones.
Koons ha pasado - y pasa - por todo el espectro del Arte como espectáculo con su eterna pose de divo perfecto: polémico, irreverente, infinitamente talentoso, provocador, escandaloso, gran entendido en el marketing de sí mismo; y además, una maravillosa habilidad para las relaciones públicas.
Koons ama la monumentalidad, lo kitsch, el acero, las expresiones naif y la mirada inocente. También ama la exposición, lo mediático, el ser protagonista; ama que las luces lo encandilen y retraten en su eterna sonrisa de traje caro, excelente imagen - mas cerca de la de un empresario que la de un escultor - y sonrisa perfecta. Koons tiene magia y carisma además de un enorme genio para darle vida a sus obras... y eso no es poco.
En la explanada del MALBA y ya por poco tiempo podrá admirarse Ballerina, la gran escultura de acero pulida a espejo que ha sido adquirida por el empresario dueño del MALBA Eduardo Constantini y que tendrá destino en uno de sus emprendimientos inmobiliarios.

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http://www.jeffkoons.com/



 

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