Voy a hacer un poco de historia para ubicarnos en tiempo y espacio; corre el año 1937. El Ministro de Marina, Eleizar Videla, le avisa al intendente de Buenos Aires que en los talleres del ministerio se está fabricando un reloj de sol en marmol y bronce y que es ofrecido al municipio para ubicarlo donde el jefe de gobierno crea oportuno. Y el jefe lo ubica en la ampliación de Plaza Lavalle.
El reloj original ( pues el vandalismo poco y nada dejó ) tenía un gnomon con un estilo de bronce ( varilla vertical que marca con su sombra la hora ). El gnomon, cabe decirlo para que no se me pierdan mis bloggerlectores, es el antecesor de todos los instrumentos de astronomía basados en la proyección de la sombra de un objeto - en este caso el estilo o varilla -.
Muy bien. Explicado ya el tema de la varilla para que no se me extravien volvemos al año 1937. Con bombos y platillos se inaugura el reloj..... por poco tiempo: el vandalismo es una marca registrada del ADN Argentino y poco duró el reloj. Hoy día quedan sus restos pobremente delimitados con una barandilla que no sirve de nada. Y si bien es cierto que cada tantos años se restaura.... poco dura.
Viboreo Cultural, Social y Etnográfico de una mujer curiosa por naturaleza, generadora de contenido textual digital e impreso, y estudiosa de procesos históricos ligados a la Horología y las Ciencias del Tiempo.
Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad.
Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista.
Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales.
Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta.
Señoras y señores, no los entretengo mas:
Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery
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Cuando lo conocí, sería en 1957. Pero aprendí a tomar la hora de su sombra unos tres o cuatro años después. Entonces había una pileta que los pibes de la zona usábamos para chapotear cuando hacía calor y nuestras mamás no nos veían. Pasó una década y lo vi caído de aspecto. Uno de los pibes de mi barrita, estaba subido a la baranda y estirando su cuerpo, pateaba el gnomón. Ya era un grandulón de 16 0 17 años. Mucho después pasé; y ya no existía la analema. El tiempo había borrado el bajorrelieve. También había una grieta debajo del gnomon que señalaba que alguien había golpeado el bronce con algo contundente. Se movía, pero seguía anclado al marmol.
ResponderBorrarLuego no lo vi más. Acompañó una parte importante de mi vida.
Hola Edgardo. Antes que nada muchísimas gracias por tu comentario y por compartir tus experiencias y momentos vividos con ese reloj. Al momento de que saqué las fotos el reloj aún estaba allí. Claramente no es el mismo de tus recuerdos sino una versión mas aggiornada, pero también destruida. El año pasado en mi paso por CABA no lo vi, estaban las barandas pero no el reloj. Una pena, porque el patrimonio cultural porteño va desapareciendo poco a poco. Saludos y gracias otra vez.
BorrarGabriela: Gracias portu respuesta. Le reenvié la dirección de tu blog a mi amogo Alberto Selvaggi; sin duda, el mayor experto en horología monumental en nuestro medio. Me pide que te de su teléfono, porque te puede aportar información valiosa sobre un centenar de piezas que hay en su archiovo. Si me mandas un correo, te repondo con el teléfono de mi amogo que es una perona verdaderamente encantadora. Saludos
BorrarHola Edgardo. Antes que nada muchas gracias nuevamente por tu participación. Casualmente a Alberto nunca lo pude ver, y fui varias veces a ver si podía hablar con el en la Galería Jardín. Alguna vez pensé en hacer una recopilación de los relojes monumentales, pero me fue imposible. De parte de la Dirección de Infraestructura del Gobierno de CABA jamás me respondieron por mi pedido de acceso a archivos, y en mis sucesivas visitas a la Biblioteca Nacional y la del Congreso poco y nada pude rescatar. Me encantará estar en contacto con Alberto, todo un honor. Mi correo electrónico es gabrielapirlo@gmail.com . Allí, si me escribís o me escribe Alberto, les paso el teléfono. No vivo en Argentina, pero me agradará saber muchísimo mas de la relojería monumental y solar de CABA. Creo que mi próximo viaje es para abril, mayo. NO se bien. Saludos cordiales y espero poder pronto estar en contacto con vos y Alberto. Abrazos.
BorrarGracias por estas fotos, le estaba contando a mi novia, que no es del país, la profunda impresión que me dejó el reloj cuando era niño y lo mucho que disfrutaba cuando aprendí a leerle la hora, es una de las cosas que despertó mi interés por la ciencia. Con estas fotos y la historia le puedo contar a ella y a mi hijo de esta joyita que como dijeron en los comentarios, ya no es apta para Buenos Aires 2021.
ResponderBorrarHola Lionel muy buenas tardes. Ojalá vos y tus seres queridos estén muy bien. Antes que nada muchísimas gracias por tu comentario. Lamentablemente el vandalismo, la dejadez y el olvido se apoderan, a veces, de estas pequeñas maravillas de nuestra maravillosa Buenos Aires ( y Argentina ). Saludos y cuidate mucho.
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