Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

Ruhla calibre UMF 24-33 ( 1976 )

Supongo que aquella Alemania brutal necesitaba de relojes precisos, duros y confiables para sus trabajadores. Este Ruhla cumple acabadamente con aquellos preceptos de la ex RDA: servir a los propósitos de un estado elefantiásico, insensible e ingrato con ritmo, simpleza y falta de ostentación. Los Ruhla representaron en su momento una suerte de status; sus portación connotaba contactos importantes en el partido a la vez que denotaba una violencia simbólica para con aquél que no era merecedor de tenerlo en la muñeca.
Este hermoso reloj tiene un UMF 24-33 de 7.75 `` y ningún rubí.



Y unas palabritas sueltas para amenizar las neuronas cansadas...

"... mira tus manos, aparcero, míralas. Mira los callos malos de insolencia y estropicio. Trabajas mucho la tierra, el acero, el concreto...."
"....válete de ánimos imposibles, tan imposibles como un placentero atardecer entre los cerros. Tu no tienes cerros, tu no tienes cielos: naciste para servir, cumplir y morir por el delirio ajeno. Para eso sirves, aparcero.... "
"... ¿ dónde está el edén de los obreros...? Te preguntas en brutal soliloquio.... ¿ dónde calmar la sed de inmensos juegos y risas... y besos ? ¿ Dónde la bondad y el calor libre en el pecho... ?

"... mira tus manos, aparcero, ¡¡¡¡¡ Míralas !!!! Son el espejo de tu reino. 


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