Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

martes, 5 de diciembre de 2023

Matera, ensayo fotográfico

La impresionante ciudad de Matera se fundó en el año 261 DC, y fue parte del Imperio Romano hasta el año 664, que la conquistan los Lombardos. Luego, y durante siglos, pasaría por diferentes manos, culturas y religiones: musulmanes, aragoneses, borbones, bizantinos, franceses y normandos. 

A Matera se la conoce en el mundo entero por sus famosos Sassi: las cuevas y cavernas donde la gente pobre, los desposeídos, los agricultores y los marginados vivieron durante siglos. Estas cuevas y cavernas fueron talladas por la gente en la piedra caliza, y les sirvió de habitación y refugio contra invasores y los nobles y señores de la guerra que estaban en la región. Las clases pudientes y los nobles no habitaban en las cuevas sino en la ciudad que se erigió en el promontorio superior (llamado Piano) a partir del siglo XVI. 

Hoy día se pueden visitar los Sassi di Matera con sus innumerables rincones, pasadizos, casas esculpidas en la roca, las iglesias encastradas en la caliza; los senderos, las construcciones imposibles y la belleza de su forma sin forma. Y paradojas de la vida: a principios del siglo XX se le prohibió a la gente vivir en los Sassi... y a partir de los '90 del siglo pasado empezaron a ser acaparados por inversionistas y gente adinerada.  













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