Bella, cosmopolita, con historia y visión de modernidad sin perder si idiosincrasia.
El Algarve encierra una fotogénica maravillosa, una carga emotiva gigante, una alucinada congruencia con su presente bullicioso, su pasado de glorias y su futuro de bellezas.
Los relojes monumentales no podían faltar en semejante contexto.
No son, quizás, espectaculares.
Pero cumplían su cometido en aquel tiempo que había que mirar la torre o la iglesia para saber qué hora era.
Los siguientes relojes están Silves: reloj de la Catedral Gótica y del Ayuntamiento
Y los dos siguientes en Faro: reloj del campanario de una iglesia y reloj en fachada de la ciudadela fortificada:
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