Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

viernes, 22 de marzo de 2024

Relojes Monumentales en Nápoles

 Nápoles es una de las ciudades más antiguas de Europa. Nápoles ya era un puerto activo en el siglo 800 AC. Y para el 500 AC, su importancia militar y estratégica no pasaba inadvertida para los pueblos vecinos (y rivales). Imaginen que a lo largo de sus casi 2800 años de historia Nápoles sufrió innumerables invasiones, asedios y conquistas por parte de Griegos, Romanos, Ostrogodos, Aragoneses, Franceses, Austríacos y sus derivaciones más o menos monárquicas, imperiales y republicanas. 

Nápoles (y el reino de las dos Sicilias) deciden sumarse al territorio italiano en 1861, y es aquí donde muchos historiadores marcan la decadencia de Nápoles; decadencia de la que ya no se recuperaría. Y para colmo, durante la segunda guerra mundial sufrió enormes desastres, y a ellos se sumó la erupción del Vesubio en 1944.

Así y todo, Nápoles es bella, caprichosa, rebelde y muy personal.


Pues bueno, vayamos a los relojes.

En nuestros paseos vimos varios relojes monumentales, de los cuales paso a detallar:


El más hermoso, en mi opinión, es el de Sant'Eligio Mogiore, que es un reloj de dos caras sobre un arco de un pasaje peatonal al costado de una iglesia. Está ubicado muy cerca de Porta Nolana, que es la estación central del tren Cincuvesuviana (el que va a Sorrento, Herculaneum y Pompeya).




Otro hermoso reloj lo vimos en Piazza Dante, y más precisamente en el Convitto Nazionale Vittorio Emanuele. ¡ Y el reloj posee ecuación del tiempo!




Cerca del Quartiere Spagnolo vi este reloj, del que no tengo mayores datos:




Y paseando por Via Tribunali, al lado de Napoli Sotteránea, hay una torre con un reloj; y a unas cuadras, en un edificio del correo italiano, otro reloj.





En el museo arqueológico nacional de Nápoles hay una nave central que es hermosísima, y allí, hay un reloj. También dejo fotos de la fachada con reloj del museo:







También vi un reloj en el palacio Real de Nápoles:






Por las calles napolitanas también vi relojes de pie en algunas calles y esquinas:





Y ya terminando el recorrido, les dejo un par de fotos de la iglesia de Santa María de Portosalvo:





















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