Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

lunes, 1 de mayo de 2017

Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo - Oaxaca

Rufino Tamayo fue un auténtico embajador de su preciosa tierra, la colorida y luminosa Oaxaca. Una tierra noble, apasionada, llena de sabores y pluriculturalidad. Tamayo es una gloria unánime de la Cultura Mexicana, un artista único que ha sabido mixturar su sangre y herencia zapoteca con otros movimientos pictóricos y culturales sin perder identidad ni fuerza.
Tamayo fue, además de pintor y docente, un apasionado investigador de los movimientos artísticos europeos de su tiempo a la vez que un apasionado estudioso y coleccionista del el Arte Prehispánico de su amada tierra, del que llegaría a tener una fabulosa colección.

Paradojas de la vida: el Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo está ubicado en un espléndido edificio del siglo XVIII que alguna vez fue vivienda del Delegado de la Inquisición, que hoy a modo de exorcismo pagano alberga las 800 piezas que con pasión y amor el pintor oaxaqueño legó a su ciudad natal.
El Museo abrió sus puertas en 1974 y su curaduría y disposición estuvieron a cargo del propio Tamayo y el destacado museógrafo Fernando Gamboa. El marco y contexto en el que se desarrolla la exposición de las piezas así como los colores de las salas responden a los propios deseos del artista quién utilizó un criterio cronológico y cromático para plantear el recorrido.  

La admirable generosidad con que Tamayo donó a su pueblo esta impresionante colección realza la potencia y genialidad de las habilidades artísticas de los pueblos originarios del Litoral, el Altiplano, Occidente y sureste de lo que hoy es México.

Agradezco la enorme gentileza que ha tenido el director del Museo don Enrique de Esearte Pesqueira y el resto del personal por la cordialidad y total disposición para con nuestra visita.
¡¡¡ Gracias !!!

http://sic.gob.mx/ficha.php?table=museo&table_id=103



























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