Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

jueves, 28 de mayo de 2015

Reloj del ex Edificio del Trust - Relojes Monumentales de Buenos Aires, entrega N° 18

Argentina es tierra fértil para emprendedores, soñadores, buscadores de horizontes sin más límite que las fuerzas y la esperanza. Pero también es tierra de constantes inestabilidades, azares mezquinos, vuelcos inesperados.
Los hermanos Escasany ( ya les hablé del reloj de los Escasany " Relojes Monumentales de Buenos Aires, décima entrega ) tenían un primo gibralteño relojero: Juan Peire.
Los Escasany ayudaron al pariente a comprar la esquina de Carlos Pellegrini y Corrientes en la que hasta ese momento había funcionado la Joyería Marinelli. Luego de demoler la construcción en 1924 Peire construye un edificio, el que toma el nombre de Trust Joyero. Peire y su familia empiezan así la meteórica aventura del comercio relojero-joyero más famoso de Argentina. Y nada mas y nada menos que en el corazón mismo del centro cultural y financiero de Buenos Aires. Aún no estaba el Obelisco - llegaría en 1936 -. Pero El Trust ya era " el símbolo" del porteño abierto al mundo y cosmopolita.
El edificio del Trust y el maravilloso reloj de 3 caras que corona la punta de la inolvidable joyería se convierten en la Hora Oficial dictada en la radio hasta que ese item pasa a ser patrimonio de Radio Nacional.
Como todas las empresas familiares con crecimiento vertiginoso El Trust no pudo soportar la diversificación y heterogeneidad de su oferta ( compra-venta de inmuebles, empresa de turismo, importador de alhajas y cristal, constructora ) y sucumbió.
Y desde 1999 El Trust es.... un Mc Donalds. Pero por lo menos podemos seguir disfrutando del maravilloso reloj.




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