La historia del edificio del Cabildo y su reloj, como tantas otras paradojas Argentinas, tiene un sin fin de bifurcaciones. Mucho se ha escrito y hablado con respecto al edificio mas homenajeado del país ( no hay acto escolar donde no esté presente ). Pero poco se sabe de su serpenteada historia: para todos nosotros el Cabildo siempre fue blanco, con esos arcos perfectos y aspecto pulcro en el que en su impecable torre un mecánico custodio del tiempo cuidaba las espaldas del joven país.
Una precaria construcción insinuando un cabildo empezó hacia 1607. Ya para la revolución de Mayo de 1810 posee el aspecto familiar que todos nosotros le conocemos. El reloj español del siglo XVII testigo de esos gloriosos acontecimientos desaparecerá en 1869, cuando es reemplazado por la maquinaría que hoy día se encuentra en la Iglesia de San Ignacio de Loyola - ver: relojes Monumentales de Buenos Aires, sexta entrega -. El edifico sufre durante los siguientes 100 años amputaciones, la construcción de una nueva torre ( y su quita ), demolición de arcos y frontis, cambio de estilos arquitectónicos y juxtaposición de materiales e intereses. En ese ir y volver en las quitas y agregados vuelve a perder su segundo reloj ( el Twaited & Reed de la Iglesia ). Hoy día posee un reloj electrónico poco glamoroso pero efectivo.
Las fotos de seren, por supuesto
Viboreo Cultural, Social y Etnográfico de una mujer curiosa por naturaleza, generadora de contenido textual digital e impreso, y estudiosa de procesos históricos ligados a la Horología y las Ciencias del Tiempo.
Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad.
Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista.
Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales.
Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta.
Señoras y señores, no los entretengo mas:
Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery
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