El Museo Nacional Ferroviario Raúl Scalabrini Ortíz es un deleite que entra por oídos, ojos y tacto. Es tanto y tan variado lo que hay para ver que es necesario andar y desandar el espacio varias veces.... tal la cualidad y belleza de todo lo exhibido. Relojes, maquetas, señales, teléfonos, tipeadoras, máquinas de escribir; todo tipo de relojes, vagones históricos ( donde viajaron el papa Juan Pablo II o el general Perón ), locomotoras......
Vayan y vean.
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