Recuerdo que el año pasado le comenté a algunos conocidos nuevo mexicanos la costumbre sanísima que tenemos en Argentina de realizar exposiciones o muestras de fotografía en gigantografías al aire libre. En USA no son habituales. Y la mas conocida, llamada The Fence, es una rara gloria que se ofrece a lo largo y ancho de ese inmenso país cada año.
Nosotros, gracias a los Dioses propios y ajenos, disfrutamos de acontecimientos artísticos gratuitos cada día, cada hora, sin casi movernos del barrio, siquiera. Y en especial puede que en muchas esquinas o plazas de la república entera se lleve adelante en cómoda catarsis diacrónica interesantísimas manifestaciones artísticas entre las que destaca, casi como la novia codiciada, la fotografía.
Reconozco que vi la Muestra Stories de Guillermo Srodek-Hart de pura casualidad. Posiblemente no la hubiese visto nunca. Pero el azar, y un recado llevado a la carrera me animaron a cruzar el Parque Las Heras y ver los exhibidores bien alineados, dispuestos de forma tal que la luz solar no entorpezca su deleite y fruicción.
Y sí: ver esas maravillosas fotos de Srodek-Hart provocan fruicción y deleite. Pero además me han hecho rememorar mis 20 años en Tristán Suarez y sus viejos y risueños almacenes, talleres y negocios detenidos en el tiempo, casi calcados a las imágenes de este fotógrafo argentino que se empeña amorosamente en inmortalizar lo último de auténtico, rústico y desnudo que tiene nuestro pueblo: su sencillez, la alquimia de costumbres y procedencias ( o procederes... que es casi lo mismo ) en un intento consciente por cristalizar instantáneas de sitios que en poco tiempo ya no estarán.... o estarán siendo otra cosa, para otros.
Desde ya adivinan que me ha gustado a rabiar la propuesta y el trabajo de campo de Srodek-Hart. Con la paradoja incluida: un cachetazo de arqueología campera en el epicentro del hedonismo urbano pues... la exhibición se lleva a cabo delante de un parador con reposeras y sombrillas muy paquetas con gente divina y bronceada lagartijeando y tributando a febo.
¡¡¡ vayan ya !!! Porque no sé cuándo empezó... y tampoco sé cuándo termina.
http://srodekhart.com/
Viboreo Cultural, Social y Etnográfico de una mujer curiosa por naturaleza, generadora de contenido textual digital e impreso, y estudiosa de procesos históricos ligados a la Horología y las Ciencias del Tiempo.
Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad.
Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista.
Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales.
Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta.
Señoras y señores, no los entretengo mas:
Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery
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