Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

jueves, 9 de mayo de 2024

The Thing, desde Arizona hacia el universo

La verdad es que en este siglo XXI no quedan muchas atracciones ruteras en el mundo. Durante buena parte del siglo XX, las atracciones al costado de las rutas del continente americano fueron un agradable motivo distracción y excusa constante de estirar las piernas, curiosear y divertirse. 

Pero poco a poco, los viajeros han cambiado hábitos y fueron pasando de largo por estas maravillosas paradas a la vera de las rutas; y es por eso (y otras cuestiones) que las atracciones empezaron a desaparecer. Las redes sociales, el individualismo feroz y la locura generada por la vidriera constante de estar en línea todo el tiempo pasaron a ocupar el espacio que antes estaba destinado a la risa, el entretenimiento táctil y en vivo y la fruición de experimentar en persona momentos placenteros y lúdicos.

Muy pocas atracciones ruteras quedan en Estados Unidos. Y quizás la más emblemática es The Thing, que está ubicada en la ruta interestatal 10 en la salida 322.
The Thing nació por iniciativa de Janet y Thomas Prince en la década del '60; y estuvo localizado, en un principio, en la ruta 91. Pero en 1965, y debido a la ampliación rutera que derivó en la pérdida del edificio, el matrimonio Prince decidió mudar The Thing a la actual locación. Thomas falleció en 1969, y entonces su esposa Janet tomó las riendas de la atracción hasta que decidió retirarse.

Hoy día The Thing es propiedad de la empresa nuevomexicana Bowlin Travel Centers Inc. que también administra otras atracciones ruteras en Estados Unidos. En la instalación de Arizona donde funciona The Thing también está localizado un centro de recuerdos, juguetes, memorabilia, comida, accesorios, joyería y demás. 

Ahora bien: ¿Qué es The Thing? Pues es un rejunte de cosas; pero principalmente, es una momia y su bebé alienígena (claramente, es una broma). La temática de la exposición e interacción trata sobre extraterrestres, dinosaurios, historia de Arizona, exhibición de automóviles antiguos, y objetos mineros. A mí me encantó ir, me resultó muy interesante y atractivo espectáculo.

Dejo enlace para más información:














No hay comentarios.:

Publicar un comentario