Posiblemente, y no exagero, este ha sido uno de los paseos en barco mas agradables que he tenido. Mi marido y yo, antes de embarcarnos, sopesamos los pro y contras de este tipo de viajes de un día. La propuesta era: visitar la región vitivinícola del río Duero, quizás uno de los mas maravillosos paisajes viñateros que existen. No por nada, la Unesco lo ha declarado como World Heritage Site.
Luego de mucho comparar, nos decidimos por la empresa Rota do Douro por su prestigio, seriedad, excelente servicio, y gran trato con los pasajeros. Demás está decir que el servicio del personal de a bordo, la guía, los tripulantes navales y el personal auxiliar han sido sensacionales a toda hora.
Nuestra travesía empezó a las 8 de la mañana con un frugal desayuno a bordo. Y mientras desayunábamos, partimos río arriba hacia la famosa localidad viñatera de Regua, enclavada en ese paradisíaco paisaje del Duero y su magníficos paisajes. No me lo creerán, pero lo que sienten y ven allí es único e incomparable. Yo, que me jacto de haber visto mucho, y muchísimo de ese mucho verdaderamente hermoso, debo decir que los valles del Duero son superlativos y gloriosos.
Durante la travesía, hay que atravesar dos exclusas: Carrapatelo ( desnivel de 35 m); y Crestuma ( desnivel de 14 m). Y no solo hay exclusas para admirar: durante el lento discurrir del barco, asoman aquí y allá pueblitos de ensueño, bosques, valles, acueductos, pequeños puertos y muelles de encanto. Es, y parece, un paraíso.
Luego del almuerzo, suculento y delicioso, todo sigue siendo contemplación, gozar y disfrutar de las vistas, el suave zarandeo de la embarcación, y la digestión lenta y serena hasta que llegamos a Regua, mas o menos a las 5 de la tarde.
El Duero y sus viñedos no son algo nuevo, desde el punto de vista histórico y cultural. Hay evidencia que ya existían viñedos antes de Cristo, aunque se fueron acrecentando y tomando dimensión de producción intensiva y cuidado en la calidad durante el período del Imperio Romano de la región ( siglos III y IV dc ). Hoy día, el Duero, sus paisajes y sus vinos son sinónimo de Magnificencia y Clase.
Realmente, vale la pena. Mil gracias a Rota do Douro.
Dejo enlaces para mas información:
https://whc.unesco.org/en/list/1046/
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