Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

jueves, 2 de julio de 2015

Reloj Usina del Arte - Relojes Monumentales de Buenos Aires, entrega N° 32

Este hermoso edificio que tiene un soplo lejano a un Palacio Florentino tiene razones suficientes para sobresalir y sacar el aliento mientras se lo admira.
Creo mucho en los raptos de inspiración. Por eso me parece que el arquitecto italiano J. Chiogna tuvo su momento de inmortalidad asegurada con este precioso edificio.
La Usina de la Italo Argentina de Electricidad - tal su antiguo nombre - se inauguró en 1916 y tenía por objeto cubrir la creciente demanda de energía eléctrica en la zona portuaria y fabril con una urgencia energética que pudiese colmar las expectativas de los establecimientos de la zona. Además debía abastecer a los primitivos tranvías eléctricos y el recién nacido subterráneo.
La planta de 7.500 metros cuadrados tenía 12 calderas a vapor alimentadas con petróleo y 5 usinas generadoras. Nada de eso se conserva, lamentablemente. Pues el edificio se desmanteló en su interior en 1997 con destino incierto. Primero se ocupó el Gobierno Nacional y luego compró el predio el GCBA con el objeto de hacer un centro cultural focalizado en la música pero también con oferta de muestras de arte e instalaciones para plástica.
Y con todo este preámbulo llego hasta el reloj. Del que poco se sabe. Pero es impresionante. Una torre entera pensada para un mecanismo gigante y con 4 caras que ya no dicen la hora. Pero me imagino las decenas de miles de obreros que a principios del siglo pasado levantaban la vista y miraban ese extraordinario reloj.







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