El Museo Nacional de Bellas Artes es una marea constante que inunda el corazón con formidables maravillas para las almas sensibles que se acercan a despuntar el vicio de dejarse abandonar por la creación, los colores y las formas. La Sala 5 de Barroco y Manierismo apunta a la visualización de la pintura en su período mas dramático, realista, místico; huracanes de luces, sombras fuertes y decididas y una holgura en querer mostrar la realidad tal y como se sentía y sufría se experimentará ante las telas que en la penumbra brilla, a pesar de todo. Los colores tierra, los fondos oscuros y el advenimiento del teatro ponen de manifiesto una forma de querer decir y hacer de la pasión y la emoción una exteriorización sin filtros.
Las profundidades, la perspectiva y el volumen se ponen de manifiesto en esta suerte de catarsis de pasiones y contornos en los que las figuras se difuminan para favorecer la composición del conjunto.
Algunos nombres que impresionan: Luca, el Greco, Morales, Speckaert, Zurbarán.
Vayan corriendo.
Calificación: 5 sssss ( Excelente: 5 serenestrellas )
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