La Mina Santa Brígida surge a fines del siglo XVI ( más específicamente, 1595) cuando el entonces virrey de Nueva España concede a la Orden Jesuita la explotación de minerales en lo que hoy es el estado de Guanajuato. Rápidamente, los jesuitas se instalaron en Santa Brígida y armaron todo un entramado de pasadizos, pozos, túneles de extracción, arcos de oreo -para oxigenar las minas- y hornos de adobe para fundir plata.
La mina pasó de mano en mano conforme pasaron los siglos, y la abandonaron a mediados del siglo XX. Se cree que posee aún vetas de extracción (muchos de los pozos y túneles están a 250 metros bajo tierra) y que podría estar operativa si se la considerase como emprendimiento minero.
La mina en sí consta de un edificio central que fue parte de la hacienda (ese edificio anteriormente fue un fuerte) y otras construcciones destinadas a maquinaria, clasificación de material, cuartos de mineros, bodegas, administración y cisternas. Gran parte de los edificios están en ruinas y en malas condiciones de ser visitados; igualmente, vagar por Santa Brígida vale la pena.
Tema aparte y muy importante son los famosos arcos de ventilación y oreo de la mina, llamados Arcos Mágicos del Sol y la Luna. Cuando los jesuitas construyeron las instalaciones de extracción, estos arcos cumplieron la función de ventilar y orear los túneles. Mucha gente sostiene, sin embargo, que estos arcos formaban parte de un observatorio, cuestión muy dudosa y carente de sentido. Mi opinión personal es que los arcos fueron, efectivamente, construidos para ventilar y no para observar fenómenos astronómicos.
Dejo enlace para más información:
https://www.hmdb.org/m.asp?m=113782
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