Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

martes, 16 de diciembre de 2025

Mi mundo privado, exposición de Ulises Beisso en el Malba

Las casualidades no existen. En agosto de 2025 fuimos al Malba a ver qué onda, y a la misma vez que disfrutamos golosos de la retrospectiva de Liliana Porter y nos sorprendimos con la maravillosa exposición de Ulises Beisso, nos escandalizó la mediocridad malsana, repetitiva, maleducada y falta de tacto de los cuadros de Carrie Bencardino (sin palabras, ni merece que gaste energías en eso). Entiéndanme bien: Carrie tiene talento, es un ser con mucho futuro por delante. Pero el Malba se equivocó, patinó fiero al darle ese espacio a una artista que no está madura, y Carrie, como quién no quiere la cosa, ni se dió por aludida. Y no solamente por la fusilada a Ciruelo, de la que tampoco hablaré.

Pero vuelvo al Malba, y lo increíble de que las sorpresas y el asombro sigan presentes en mí, por las sensaciones y emociones que me produjo visitar la obra de Ulises Beisso, un artista plástico uruguayo del que no tenía idea de su existencia. Beisso (1958-1996) nos dejó muy joven, pero el corpus artístico que legó es complejo, asimétrico, que nos interviene e interpela a mansalva sobre lo que somos, lo que creemos, nuestros interiores, la sexualidad y la catarsis de ser, amar y sentir orgullo por nuestras elecciones íntimas. 

En "Mi mundo Privado" este irreverente uruguayo nos invita, desde el más allá, a deambular por su intimidad, pensamientos, fantasías, juegos y denuncias. Beisso, carnal y políglota de su propia intimidad, combinó su actividad de psicólogo y diseñador gráfico con la de artista plástico e ilustrador para expresar aquello que le atraía, lo afligía o denotaba. En vida, lamentablemente, no llegó a trascender ni tener éxito como artista, y aún en Uruguay la mayor parte del público interesado en el arte desconoce su existencia. Y por eso valoro tanto que el Malba se haya jugado por esta exposición luminosa y certera, hedonista y gutural. "Mi mundo privado" se pudo visitar entre el 22 de agosto al 10 de noviembre de 2025. 

Dejo enlace para más información:

https://malba.org.ar/en/evento/ulises-beisso-mi-mundo-privado/







  


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