Un hilo delgado pero resistente nos une a la artista plástica Liliana Porter y a mí: amamos lagartijear por mercados de pulgas a ver qué encontramos y/o descubrimos (mayormente, chucherías baratísimas) que nos dibuje una mueca de asombro y dicha, y que a la misma vez, que en nuestra cabeza empiece el proceso de re semantización y polinización de esos objetos de varieté en las situaciones más bizarras, fecundas y creativas.
No me entiendan mal, no me estoy poniendo a la altura de esta maravillosa artista argentina que vive en New York desde 1964 (es decir, un año antes que yo nazca); solamente remarco algo que ella y yo disfrutamos hacer por igual: darle propósito artístico a las cosas mínimas a las que casi nadie presta atención (salvo nosotras). Hasta allí la coincidencia; o no. Porque también yo soy artista plástica, pero a mi querida Liliana no le llego ni a los talones.
Liliana Porter (1941) es una creadora multidisciplinaria que ha incursionado y se siente cómoda en gran cantidad de técnicas: fotografía, grabado, collage y técnicas mixtas; video, pintura y dibujo; instalaciones, teatro, intervenciones y performances públicas. Todo en el arte y su transmigración lo domina, todo en la expresión cultural lo toca, muta y convierte en perlas deglutibles de las cuales deberíamos empacharnos.
La última vez que anduvimos de correrías por Buenos Aires aprovechamos y nos fuimos de cabeza al Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires) a disfrutar todo lo onírico, sistémico y lúdico que nos muestra Liliana Porter en esta fantástica retrospectiva que abarca parte de su obra creada entre 1968 y 2025. "Travesía", de Liliana Porter se pudo visitar desde el 12 de julio al 13 de octubre de 2025 en el Malba.
Dejo enlace para más información:
https://malba.org.ar/evento/liliana-porter-travesia/
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