Cuando niña, la inquieta y resolutiva Sedona Arabella Miller jamás imaginó que su nombre quedaría inmortalizado en una de los pueblos montañosos más hermosos del mundo. Pero el destino así lo quiso, y creo que no existiría mejor nombre para tan bello y magnético lugar en Arizona.
La joven Sedona Miller llegó a lo que hoy es Sedona (valga la redundancia) una vez que se casó con el que sería el primer empleado de correos del pueblo, Theodore Carlton Schnebly. La primer oficina postal de Sedona abrió en 1902. Cuenta la leyenda que Sedona Miller Schnebly era bella, muy tenaz, gran anfitriona y dada a las amistades y congeniar con todos. Y entonces poco a poco el pueblo fue amoldando su denominación con el de la señora Miller Schnebly y ambas pasaron a inmortalizarse en un único nombre: Sedona.
Si bien es cierto que lo que hoy es Sedona y sus alrededores ha estado habitado por miles de años, los primeros habitantes blancos del lugar llegaron en 1876. Pero fue recién en los '50 del siglo pasado que este lugar se convirtió en una muy concurrida atracción turística. A Sedona llegan todo tipo de turistas: los que buscan disfrutar de las caminatas de montaña y las aventuras; los que van para comprar joyería o regalería típica; los que van a buscar retiro espiritual y místico; los que desean retirarse de la vida pública o jubilarse; los fotógrafos y escaladores; y en general, los curiosos y viajeros empedernidos.
A continuación les muestro unas pocas fotos de nuestra visita. Y déjenme que les confiese que ante su belleza y voluptuosidad quedé sin aliento. En las fotos encontrarán picos de montaña, valles, puentes de piedra ( el maravilloso Devil's Bridge ) y senderos.
Dejo también enlace para más información:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario